Georgia, enclavada donde Europa se extiende hacia Asia, se abre al mundo a través de una constelación de modernos aeropuertos: puertas de entrada donde las montañas respiran, el Mar Negro resplandece y antiguas rutas se elevan hacia el cielo. Sus tres principales centros de conexión conforman las alas de la red aérea del país:
- Aeropuerto Internacional Shota Rustaveli de Tiflis (TBS): el corazón palpitante de la red aérea georgiana, donde la tradición se fusiona con el dinamismo de los viajes modernos.
- Aeropuerto Internacional Alexander Kartveli de Batumi (BUS): la soleada puerta de entrada al Mar Negro, que da la bienvenida a los pasajeros a las cálidas costas de Adjara.
- Aeropuerto Internacional Davit Agmashenebeli de Kutaisi (KUT): el brillante y eficiente cruce de caminos de los viajes de bajo coste, que conecta al país con horizontes lejanos.
Más allá de estas puertas de entrada principales, los puentes aéreos de Georgia se extienden hacia sus reinos montañosos.
Desde el Aeropuerto Reina Tamar de Mestia (UGMS), suspendido entre las cumbres de Svaneti, hasta el Aeropuerto de Ambrolauri (UGAM), enclavado en los verdes valles de Racha, y el Aeródromo de Natakhtari (UGSA) en las llanuras orientales, cada uno refleja el espíritu de una región, creando conexiones que unen los pueblos de montaña con el resto del mundo.
Desde su independencia, la aviación en Georgia ha experimentado una constante renovación: en la década del 2000 surgieron nuevas terminales, se realizaron importantes inversiones y se crearon aeródromos de montaña, reduciendo los tiempos de viaje de días a minutos de vuelo. En conjunto, estos aeropuertos conforman no solo una red, sino un mapa vivo de un país cuyos paisajes y culturas son tan diversos como las rutas que surcan sus cielos.
A ojos de Magelline, los aeropuertos de Georgia no son meros puntos en un mapa, sino encrucijadas vivientes donde confluyen la brisa del Mar Negro, las carreteras de montaña y las antiguas rutas del cielo.

English
Armenian
German