El Coliseo es sin duda una de las principales atracciones de Roma. Se asienta en un paisaje lleno de historia.

Coliseo, también llamado Anfiteatro Flavio, anfiteatro gigante construido en Roma bajo los emperadores Flavio. Fue encargado alrededor del año 70-72 d. C. por el emperador Vespasiano como regalo para el pueblo romano. Ubicado justo al este del Foro Romano, cerca de la Colina Palatina en los terrenos de lo que fue la Casa Dorada de Nerón. El lago artificial que era la pieza central de ese complejo palaciego fue drenado y el Coliseo fue ubicado allí, una decisión que fue tanto simbólica como práctica. En el año 80 d.C., el hijo de Vespasiano, Tito, inauguró el Coliseo conocido oficialmente como el Anfiteatro Flavio con 100 días de juegos, incluidos combates de gladiadores y peleas de animales salvajes.

El anfiteatro tenía capacidad para unos 50.000 espectadores, que estaban protegidos del sol por un enorme velarium retráctil. Los mástiles de soporte se extendían desde las ménsulas construidas en la parte superior, o ático, del Coliseo, y se requirieron cientos de marineros romanos para manipular el aparejo que extendía y retraía el velarium. El Coliseo fue escenario de miles de combates cuerpo a cuerpo entre gladiadores, concursos entre hombres y animales, y de muchos combates más grandes, incluidos simulacros de enfrentamientos navales. Sin embargo, no está claro si la arena fue el lugar del martirio de los primeros cristianos. Tres de los pisos de la arena están rodeados por arcadas enmarcadas en el exterior por columnas encajadas en los órdenes dórico, jónico y corintio; la disposición ascendente de las columnas de la estructura se convirtió en la base de la codificación renacentista conocida como ensamblaje de órdenes.

Después de cuatro siglos de uso activo, la magnífica arena cayó en el abandono y hasta el siglo XVIII se utilizó como fuente de materiales de construcción. Aunque dos tercios del Coliseo original han sido destruidos con el tiempo, el anfiteatro sigue siendo un popular destino turístico, así como un símbolo icónico de Roma y su larga y tumultuosa historia.